Ser fotógrafo de bodas en Jumilla, Murcia, Alicante, o cualquier parte siempre es un reto. Aun así, me está regalando días realmente increíbles.
La fotografía de emociones, fotografía sin posados, dejar que los momentos fluyan sin yo intervenir en ellos y una vez que aparecen, capturarlos, eso es lo que más me atrae de la fotografía de bodas.
Los novios a los que he acompañado en su gran día y los que contactan conmigo suelen comentarme que le gusta mucho este tipo de fotografía espontánea, donde no tengan que actuar sino ser ellos mismos. Mariángeles y Juan lo tenían claro y ese día cumplieron con lo que yo esperaba: nada fue forzado, todo surgió de ellos.
A esto hay que sumar una ceremonia donde los amigos y familiares les robaron risas y lágrimas por igual. La celebración fue al aire libre en el Salón Pio XII donde se creó un ambiente con muy buen rollo ya que Mariángeles y Juan querían que su boda no tuviera un guión preparado. Lo único esencial era que su gente disfrutara con ellos y desde luego lo consiguieron.
Muchas gracias pareja por dejaros llevar, por mostraros como sois en vuestro día a día y hacer una boda con tanto encanto.
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